lunes, 5 de septiembre de 2011

Día 28: uno que lo haya asustado

La guerra del fin del mundo, de Mario Vargas Llosa
Recuerdo la lectura de esta novela con una mezcla de temor y admiración. Admiración, porque es el producto de una investigación escrupulosa de Vargas Llosa (no es muy común que los escritores se tomen tan en serio la investigación previa a la escritura); y temor, porque está escrita tan soberbiamente bien, con una suerte de realismo crudo y complejo al mismo tiempo, que uno termina metido de cabeza en las trincheras, con los médicos militares, cercenando piernas sin anestesia. Y es duro. Fue tan duro para mí que recuerdo haber llorado; es quizá la única vez que he llorado leyendo un libro. Quizá todos los libros sobre la guerra, cualquier guerra, son en el fondo antibélicos, y por eso hacen énfasis en el absurdo o el sinsentido. La guerra del fin del mundo logra cumplir con ese requisito del género sin caricaturizar a los personajes ni las razones de la guerra. Quizá por eso es aún más verosimil, y asusta.

6 comentarios:

  1. "Viva la música" de Andrés Caicedo. Recuerdo muy bien que ese libro me lo compró mi mamá porque le dije (mentí) que era "obligatorio" leerlo para la clase de español del colegio; yo tenía 12 o 13 años, y recuerdo muy bien que cuando terminé de leerlo tenía mucho miedo de llegar a parecerme a María...era la edad de la inocencia.

    ResponderEliminar
  2. ¡Suena muy interesante! Y me gustan los de Vargas Llosa. Tendré que leerlo.

    ResponderEliminar
  3. Tengo dos extremos aqui: La carretera de Cormac Mccarthy y Otra vuelta de tuerca de Henry James... hay miedos de miedos

    ResponderEliminar
  4. La música del azar, de Paul Auster

    ResponderEliminar
  5. Muchísimos, como buen aficionado del horror, sin embargo, mencioné ya a varios de esos autores en esta lista y hay uno a quien muchos han mencionado pero que no le he hecho honores todavía. "El castillo de los Cárpatos" de Julio Verne. La historia me asustó al tiempo que me maravilló. No pienso dar spoilers, pero hasta ese momento, creí que las historias de terror tenían que ver siempre con cosas sobrenaturales que no debían entenderse con lógica (mucho menos ciencia). Me hacía falta el toque de Verne en ese género para cerrar el círculo.

    ResponderEliminar
  6. Ultimadamente todos me divierten o me aburren, pero no me dan miedo.

    ResponderEliminar