Fausto, de J. W. Goethe
A los 20 años creía que lo sabía todo o que podía entender perfectamente cualquier cosa: leía al mismo tiempo El ser y la nada y La divina comedia y pretendía acumular un capital cultural que quedaría allí de una vez y para siempre. Pero los lectores cambiamos, los libros permanecen, y no es fácil que el libro y el lector estén bien sincronizados. Ahora siento que perdí el tiempo, aunque la afirmación parezca drástica. No estaba listo para algunos de esos libros, otros no los necesitaba y sé que no volveré a leerlos. Fausto es uno de aquellos libros que leí o intenté leer intuyendo, desde el principio, que no comprendería, que me hablaba de cosas que no tenían que ver con un joven (o con el joven que yo era). Los temas del Fausto exigen ser escritos con mayúsculas (el Bien y el Mal, etcétera), y no son, como suele suponerse, simples oposiciones que se resuelven en la condena de la codicia de Fausto; no es tan sencillo. La atmósfera y la retórica de la obra tomaron a Goethe casi toda su larga vida. Ahora creo que es muy pretencioso haber intentado leerlo así como así, casi como un divertimento. Hay que leerlo con la tranquilidad y el aplomo que espero que traiga la vejez.
La biblia; aunque primero tendría que leerla en la juventud.
ResponderEliminarMe encantaría llegar mi vejez y releer los clásicos. El tiempo de la relectura es perfecto
ResponderEliminarPero si es de escoger me encantaría releer a Ulises de Joyce
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Este es uno de esos libros al que hay que darle otra oportunidad en la vejez.
ResponderEliminarDe acuerdo, una excelente elección para el día de hoy.
ResponderEliminar"El hombre sin atributos", de Musil
ResponderEliminarmuchos, Borges, García Lorca, los clásicos, todos los que quisiera leer o releer ahora y no tengo el tiempo o la energía, asi que planéo una larga y fructífera vejez.
ResponderEliminarSería solo uno de muchos: "El retrato de Dorian Grey" de Oscar WIide. Sería bueno leerlo cuando comenzara a sentirme viejo, para prevenir y despertar el temor si en algún momento siento que se envilece mi alma.
ResponderEliminarVengo haciendo el reto hace justo 24 días y hoy me tropecé con la selección más difícil. Un libro para volver a leer cuando esté viejita, me he quedado pensando en eso...
ResponderEliminarEstaría entre tres: uno suficientemente melancólico ("Dublinesca" de Vila-Matas), otro... cómo decirlo: melancólico pero tranquilizador ("La Historia de Horacio" de Tomás González) y uno beligerante, de viejo terco y amargado (aunque no es una obra completa: "El Asesino desinteresado Bill Harrigan" de Borges sobre Billy the Kid)
ResponderEliminar''Cien años de soledad''.
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