sábado, 27 de agosto de 2011

Día 19: uno que lo haya sorprendido por bueno

Ahora sabréis lo que es correr, de Dave Eggers
Varias cosas me hacían dudar de este libro, pero sobre todo su título horrible y disonante (al menos en la edición española). Lo vi en una librería de saldos y libros usados y lo compré por dos razones: la primera es que un amigo me había dicho que Eggers era un escritor de lo que llamaban la “next generation” (Foster Wallace, George Saunders, Matthew Klam, todos los de la revista McSweeneys), y por ese entonces yo amaba a Jonathan Franzen, a quien creía reconocer en la misma etiqueta. De hecho, después leería en línea a todos estos autores y me obsesionaría un poco con la literatura gringa contemporánea, pero fueron Franzen y Eggers quienes me convencieron. La segunda razón es más prosaica y quizá fue más decisiva: el libro estaba en cinco mil pesos (y es una edición de tapa dura de 400 páginas). Y hay incluso una tercera razón: en esa edición (no sé si en las otras) el texto empieza directamente en la contratapa, no hay páginas en blanco ni información editorial ni nada. Esa innovación formal me dio curiosidad. En fin, lo compré y no esperaba mucho de él: el titulo era horrible, Eggers un desconocido, el precio sospechosamente bajo, y sé por experiencia que Mondadori es capaz de publicar cualquier cosa. Pues bueno: es una novela maravillosa, uno de esos retratos de una generación (una generación global, en este caso) que tanto se prometen y no siempre funcionan; sobre esa generación Eggers profetizó, hace diez años, muchas cosas que vemos hoy más claras.

10 comentarios:

  1. Unos caballos muy lindos, de Cormac McCarthy. Me paso algo parecido a lo suyo Mauricio: cuatro mil pesos en una librería de promociones y un autor que desconocía pero paisano de otros que me gustaban. El libro es muy bueno, también hay película (más bien mala)con Matt Damon y Penélope Cruz.

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  2. Uf, esa novela (yo la conocía como "Todos los hermosos caballos") es bellísima. Y McCarthy genial. Lástima que no hubo espacio en este blog para él.

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  3. Me alegra leer esta reseña. Paso a explicar: leí por primera vez a Eggers en una antología de cuento gringo de Siruela (Generación quemada): un cuento más o menos breve, que parece un ejercicio de estilo resuelto de una manera sencilla pero deslumbrante. Quedé flechado. De ahí pasé a enterarme de las maravillas que ha hecho con McSweeneys y luego como gestor cultural (ahí un video de TED en el que él cuenta esto). Aquí nunca conseguí y no quise pedirlos. Fui a Lima a final del año pasado y había 3 libros de él. Me traje el que reseña y Guardianes de la intimidad. Este último, de cuentos, lo comencé a leer con gran expectativa. Eran cuentos raros, cortos pero sobre todo largos. Llegué hasta la mitad, para volver a intentar leerlos después. Hasta donde leí no me gustaron. Culpe a mi expectativa, a la traducción; pensé que lo suyo tal vez eran las novelas (a pesar del cuento que leí y me gustó y desencadenó todo esto). Y con esa desilusión, pospuse la lectura del otro hasta dentro de mucho. Pero ese plazo se acaba de acortar. Me dieron ganas otra vez de leerlo... Un saludo, y disculpe la parrafada.

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  4. "El libro negro", de Pamuk. Había leído "Estambul" y me pareció horrendo. No me resigné y retomé el resto de su obra, empezando por el libro que he nombrado, seguido de "Me llamo Rojo", "La vida nueva" y demás, y me han encantado.

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  5. Mi historia es más visceral. Una de esas veces cuando metes tu equipaje y recuerdas que el libro se fue en la maleta. Para hacer el cuento corto, tres minutos para abordar, cuatro horas de vuelo, sólo una tienda al lado de tu puerta de embarque. El resultado: "La enfermedad" de Alberto Barrera Tyszka. Una joyita que he leído mas de una vez y de la cual no te arrepientes

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  6. "El fin de la infancia" de Arthur C. Clarke. La primera vez lo vi en el bachillerato cuando un amigo lo llevó a exponer. Entonces no tenía idea de quién era C. Clarke ni mucho menos que estuviera ligado a Kubrick y otras cosas maravillosas. Le pregunté al hombre de qué tyataba el libro y solo entendí dos cosas: era ciencia ficción, y "estaba muy buena". No se lo pedí prestado, pero lo compré en cuanto lo vi en una feria. Él hombre tenía razón en las dos cosas que dijo.

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  7. Mauricio, la edición que nombro es una de Seix Barral del 92.

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  8. Después de buscar que leer, encontré "La soledad de los números primos" de Paolo Giordano y de leer su primer capítulo no esperaba mucho del libro... Sin embargo el libro me supo entretener y me dejo un buen sabor en la boca. No es el sorprendido del que hablan, sin embargo, es el libro que asocio a este día

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  9. Las Minas del Rey Salomón de Sir Henry Rider Haggard. Me lo regalaron mis papás cuando tenía como 10 años y lo empecé a leer más por obligación que por gusto pero al tercer capítulo lo amé.

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  10. ''Recursos humanos'' de Antonio Ortuño.

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